Pequeñas y habladoras, las nubes pueden comunicarse entre ellas, sugiere un nuevo documento de la revista Nature. Pero, ¿de qué hablan las nubes?

Un nuevo estudio demuestra que las nubes pueden comunicarse unas con otras, al igual que los grillos chirriando o las luciernagas que parpadean en una noche de verano. Los sorprendentes hallazgos, publicados en línea en la revista Nature, podrían tener implicancias significativas para nuestra comprensión del clima en la tierra.

Asi que la próxima vez que te encuentres recostado sobre la hierba, mirando las nubes y encontrando sus formas, preguntate de qué estan hablando? acaso hablarán de ti?

"Las nubes son capaces de organizarse de tal forma que sus componentes se comunican entre sí y producen lluvias periódicas ", explicó Graham Feingold, investigador de la Administración Nacional Oceánica y Atmósfera del NOAA, y autor del artículo.

Hay evidencia clara, según Feingold, de autoorganización de los patrones regulables de las precipitaciones y el crecimiento de la repetición de esas bocanadas de algodón flotando.

¿Cómo funciona la sincronización de tales eventos? La caída de la lluvia enfría el aire a medida que desciende. Esto crea corrientes de aire descendente que golpean la superficie del planeta provocando un flujo hacia el exterior, y al chocar entre sí, forman corrientes de aire ascendentes.

El aire fluye hacia arriba creando nuevas nubes en el cielo, previamente desprovisto de nubes ya que las nubes mas viejas se disipan. Entonces las nubes nuevas producen lluvia, y el patrón se repite.

En cierto sentido, "lo que está pasando, es que las nubes se comunican entre sí al viajar hasta el suelo, si se tiene un número de nubes haciendo eso, el aire es forzado a ir hacia los lados de una nube y se reune con el aire de la otra nube", dijo Feingold para Foxnews.com.